8 de enero de 2008

Pablo Nicomedes Atanasio Ñanful

Pablo Nicomedes Atanasio Ñanful, comía conmigo en la pensión, en la misma mesa, yo le dejaba el vino, lo tenía de secretario, lo mandaba a hacer los mandados, a buscarme la ropa, a buscar el diario al quiosco, le regalaba de vez en cuando una botella de vino.

Cuando llegó de Jacobacci acá, a White, lo pusieron de llamador; y le pidió al superintendente un caballo o un burro porque no sabía andar en bicicleta. Después lo pusieron en los sanitarios.

Me había caído bien, pero el único que lo cargaba era yo, le decía chipitrusca, catriel; era medio mal arriado, pobre; y le agarró cirrosis, no llego a los sesenta años.

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